En el entorno clínico, la rehabilitación de la marcha siempre ha supuesto uno de los grandes retos. Es preciso poder detectar y entender las compensaciones o variables que influyen en que el paciente tenga un patrón de marcha disfuncional, y una vez detectadas habrá se debe plantear una estrategia para poder llegar a reducirlas.
Espasticidad, equilibrio, control motor…
Algunas de estas variables a las que nos enfrentamos cuando pensamos en pacientes neurológicos son la espasticidad en los miembros inferiores, la ausencia control motor en la musculatura que protagoniza la marcha, o incluso variables relacionadas con el equilibrio, control de tronco y cognición. Debido a todas estas posibilidades, es imprescindible que previo a iniciar el tratamiento, analizar de dónde vienen los problemas para poder abordar estas alteraciones de forma aislada o con una perspectiva mas global y encontrar resultados más significativos.
¿Cuándo encontramos más resultados?
Por otro lado, cabe especial mención al potencial de mejora de cada paciente. Existe evidencia clínica que habla sobre ese proceso de recuperación espontánea, del cual todavía no hay consenso de cuantos meses puede llegar a abarcar. Tras un ICTUS hay una ventana de tiempo en la que el cerebro se describe como más “receptivo” a un proceso de reorganización. Algunos autores defienden que es una ventana de tiempo que oscila entorno a 6 meses (se han reportado casos de cambios muy significativos incluso ya pasados el año de la lesión).
Sumando todas esas variables que hemos mencionado, se encuentra el perfil del clínico, que en una labor multidisciplinar debe orquestar tanto la toma de decisiones, como la escala de prioridades de esos objetivos con el fin de conseguir acercar al patrón de marcha a un patrón fisiológico.
Herramientas de rehabilitación de marcha
Actualmente resulta imposible que los fisioterapeutas lleguen a ser sustituidos por dispositivos debido a que todo el proceso de razonamiento que subyace en las decisiones clínicas. El papel de las nuevas tecnologías en rehabilitación se basa en ser una herramienta que permite al terapeuta el acceder a sus objetivos con menos esfuerzo facilitando la obtención de datos objetivos acerca de la evolución del paciente.
Vamos a compartir diferentes perfiles de pacientes con patrones de marcha heterogéneos basados en casos reales para poder conseguir que el lector pueda entender ejemplos prácticos de aplicación de nuevas tecnologías.
Ejemplo de rehabilitación de marcha de un paciente con ictus y hemiplejia.
Vamos a hacer una diferenciación de dos casos diferentes; un estadio agudo y un estadio crónico:
- Estadio Agudo. Vamos a imaginar a un paciente que presenta mayor parálisis flácida que espástica, y nuestro objetivo en este caso sería intentar llegar a generar un feedback para el usuario, y conseguir promover la activación de la musculatura que protagoniza la marcha. Para ello una de las herramientas que utilizamos es el ekso, un exoesqueleto que nos permite medir y parametrizar todos los vectores de fuerza durante la marcha y a partir de ahí ofrecer una asistencia mínima para que se pueda dar el paso activando el lo máximo posible. De este mismo modo nosotros vamos a poder reducir la asistencia y convertir el trabajo funcional de marcha en un trabajo de fuerza y de control motor.
- Estadio Crónico. Es muy frecuente encontrar diversas compensaciones en la marcha de la persona que ha padecido un ictus y ya han pasado varios meses. También es más frecuente que este perfil presente espasticidad. Para abordar su rehabilitación, muchas veces la decisión terapéutica que se lleva a cabo con el ekso es empezar utilizando programas de marcha pasivos, en los que la movilización del ekso va a facilitar la reducción de espasticidad, conduciendo el movimiento. De este mismo modo siente el movimiento que se está llevando a cabo, el cual es un movimiento de marcha fisiológico, y el objetivo es conseguir que esta experiencia pueda llegar a facilitar significativamente nuevas estrategias motoras acerca de cómo hay que dar los pasos sin llevar a cabo esas compensaciones.
Por último mencionar que no siempre es realista tener el objetivo de volver a caminar, En este caso el exoesqueleto también se suele utilizar con otros objetivos, como serían : movilizar los miembros inferiores, el trabajo de tronco y perseguir los beneficios inherentes a bipedestar y caminar.